En este sentido, con nuestro primer tiempo hubiéramos rellenado varios cuardernos tomando notas.
El principal lastre que presentamos ante el Pub Berny's fue la total ausencia de intensidad, tanto defensiva como ofensiva. El primer tanto que encajamos, nada más comenzar el encuentro, fue fruto de esto y de la gran jugada de Kike. Sin duda disputamos los peores 25 minutos desde que formo parte del Óptica.
Al descanso nos fuimos con un justo 0-2 en el marcador, gracias a que Murillo estuvo muy acertado y evitó una goleada mayor. Aclaramos las ideas, ajustamos las piezas, nos dimos cuenta de que así no íbamos a ninguna parte... La segunda mitad fue otra historia.
Al aumentar las revoluciones y la intensidad, rondamos con mayor peligro la portería del Berny's. El balón circuló con más sentido, facilitado por la movilidad que (ahora sí) tuvimos, olvidando el juego estático en el que incidimos durante los minutos anteriores. La remontada comenzó con una "conexión Lobo", un gol de Paco llegando al segundo palo para culminar una extraordinaria jugada personal de Javi. Nuestro '9', foco de atención esta semana por una polémica entrevista en Marca, realizó una cabalgada por la banda derecha llena de pundonor, tras la que sacó la suficiente clase para regalarle el tanto a su hermano.
El empate lo logró Murillo con un violento disparo desde el centro del campo que se coló por la escuadra. Con las tablas en el marcador, Rober reclamó el protagonismo y remató la faena con dos goles, el segundo repleto de calidad: de tacón dentro del área. Fue el punto culminante de una remontada que esta vez llegó a tiempo, pero para evitar sufrimientos innecesarios no nos podemos olvidar la intensidad en casa.
