domingo, 17 de febrero de 2013

Oroquieta Espinillo, 0 - Óptica Márquez, 5

Una serie de extraños sucesos acontecieron este domingo en el pabellón durante el partido que nos enfrentó al Espinillo Oroquieta. Algunos de nuestros jugadores sufrieron la posesión de espíritus: Diego Costa en el cuerpo de Pachi, Hagi en el de Rubén, o Bolt en el de Toni.

Pero el suceso más llamativo fue que este domingo no jugó el Óptica, lo hizo la Yugoplastika Márquez. Como sí hubiéramos nacido todos en los Balcanes, encarrilamos el partido desde la estrategia, dejamos correr los minutos, y lo matamos con oficio. Un ejercicio muy profesional.

Es cierto que no jugamos a nada y que apenas trenzamos tres pases, pero no sufrimos ni cuando ellos optaron por usar el portero-jugador.

Nuestro inicio fue realmente bueno. Al rival le pillamos desprevenido, y con tres goles en apenas cinco minutos quedó todo listo para sentencia. Paco y Jorge sacaron partido de sendos saques de banda, y el capi repitió poco después. 0-3 y a otra cosa.

Nuestro rival no bajó los brazos, peleó hasta el final, buscó un gol que diera vida al choque,... pero hoy cerramos bien los huecos con un ejercicio defensivo notable.

En la segunda parte, ya volcados, Rubén aprovechó que su guardameta se olvidó de la portería para sacar a relucir la zurda y anotó un doblete con disparos desde nuestro campo. 0-5 y a la Central a tomar unas cañas.

Por aclamación popular hay que destacar a dos jugadores: Pachi, por su pelea permanente con TODOS los jugadores rives, y Toni por ese "mágico" sprint... ¡Bravo!

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